Se trata del vinagre de limpieza. Lo ideal es meterlo en la parte del lavavajillas destinado al abrillantador. De esta manera no será un sustituto del jabón que usas habitualmente en este electrodoméstico pero contribuirá a que tu vajilla presente el mejor de los aspectos a pesar de que vayan pasando decenas de lavados. No importa los años que los platos pasen por cientos de comidas o por decenas de fiestas. Según los expertos en limpieza con este sencillo truco siempre lucirán como nuevos. Sólo hace falta que lo pruebes en tu casa para ver si a ti también te funciona como al resto. (Aquí tienes cinco trucos de limpieza para los que odian limpiar).
Este tipo de producto que puedes encontrar en cualquier droguería es recomendable además para el mantenimiento de la vajilla. Seguramente eres de los que tienes en casa unos platos "buenos" que quieres conservar durante muchos años. Sin embargo el paso del tiempo va haciendo que surjan marchas que cada vez son más difíciles de quitar. Los expertos en limpieza aseguran que con el vinagre de limpieza te vas a sorprender.
Para mantener limpio nuestro lavavajillas podemos emplear bicarbonato de dos maneras diferentes. La primera de ellas, con la ayuda de una esponja húmeda, espolvoreamos las partes del electrodoméstico que queremos limpiar, después podemos enjuagarlo con la ayuda de otra esponja o podemos poder en marcha nuestro lavavajillas para que él mismo se aclare. Otra de las opciones que tenemos es sustituir la pastilla de detergente por una cucharada de bicarbonato para que actúe como lo haría nuestro limpiador habitual.
También tenemos la opción de lavar todos nuestros platos y cubiertos con la ayuda del bicarbonato de las dos maneras anteriormente descritas. O bien lo hacemos a mano, o bien podemos usar el producto dentro del lavavajillas utilizando un ciclo de lavado corto a máxima temperatura, así lograremos el mejor de los resultados.
Para ollas y cacerolas podemos usar también el bicarbonato. Para esto tenemos que dejar a remojo en agua tibia los enseres y añadirles un poco de detergente si queremos multiplicar la limpieza. También podemos usar un paño o una esponja para evitar arañazos en estos utensilios de cocina.
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