Cuando se trata de secar el cabello, hay dos tipos de personas: aquellas que dejan que sus mechones recién lavados se sequen al aire, de forma natural, ya sea con un moño desordenado o simplemente suelto, y aquellos que no soportan la sensación de tener el pelo empapado sobre el cuello y los hombros, así que corren a usar su secador de pelo según salen de la ducha.
Los expertos en cuidado capilar nos han advertido durante años sobre los riesgos que supone para la salud del cabello el uso prolongado del secador (puntas abiertas, roturas y sequedad). Pero ojo, no es que el secador o la plancha en sí sean dañinos para el pelo, sino que cuando se emplea el aire muy caliente, estos procedimientos sí pueden alterar la fibra capilar, la porción visible del pelo, porque dañan la cutícula del mismo. Al aplicar calor intenso directamente sobre el cabello, este pierde toda la humedad de inmediato lo cual puede causar, entre otras cosas, decoloración y ruptura del patrón de rizos y ondas. Entonces, ¿es mejor secar el cabello al aire? ¿O tampoco es tan bueno como pensamos?
Veamos, según los expertos, al secarse al aire, se maximiza la cantidad de tiempo que el cabello retiene la humedad. Aunque esto parece algo bueno, puede ser dañino con el tiempo. Así lo explica a Glamour Natalia Guerrero, experta técnica de RevitaLash Cosmetics en España: "La humedad repetitiva deteriora la membrana de células que mantiene el pelo fuerte y con brillo. Además, tener el pelo mojado debilita el folículo piloso, que es el gancho que mantiene el pelo anclado al cuero cabelludo”. Estos daños se producen de forma lenta, pero progresiva, y en casos graves, pueden provocar que la pérdida de vitalidad del pelo sea irrecuperable.
Es decir que para no todo vale a la hora de secar el cabello al aire, sino que para obtener buenos resultados, se necesita habilidad, algunos productos y... paciencia.
Lo primero que debes saber es que el cabello puede absorber hasta un 30 por ciento de su propio peso en agua, lo que puede debilitarlo y volverlo más susceptible a los daños causados por el cepillado y el peinado.
"El secado natural lleva tiempo, y cuanto más tiempo permanece húmedo el cabello, más se hincha y agrieta la corteza, lo que a la larga daña permanentemente el cabello", corrobora Adam Reed, embajador de ghd en el Reino Unido en este artículo publicado en Refinery29.
En efecto, cuando el cabello está mojado, la elasticidad aumenta, lo que hace que este se estire más y que presente daños en la corteza capilar y puntas quebradizas. La gravedad del daño dependerá de tu tipo específico de cabello, tal y como recoge Healhline: “El cabello grueso puede absorber mucha agua y ser más propenso a sufrir más daños, ya que es más débil cuando está mojado”, dice Shaun Pulfrey, estilista y fundador de Tangle Teezer. "Sin embargo, el cabello fino tiene menos probabilidades de absorber agua y será menos susceptible a este daño".
Por tanto, si optas por secarlo al aire y tienes el cabello grueso, áspero, rizado u ondulado, es recomendable aplicar un producto protector (encuentra una crema ligera para secar al aire) y 'exprimir' hasta la última gota de humedad con una toalla durante unos minutos. El problema es que no solemos hacerlo bien.
La clave para que el cabello se seque bien y más rápido empieza en el momento en el que sales de la ducha y retiras la humedad del cabello. Hacerlo de una determinada manera puede hacer que se seque mucho más rápido, pero también que se mantenga sano y tenga más volumen y cuerpo.
En este proceso todo cuenta, así que justo antes de terminar la ducha, enjuaga tu cabello con agua un poco más fría que la temperatura ambiente para ayudar a sellar la cutícula y brindarle más brillo. Y por lo que más quieras, cuando salgas, ¡no lo frotes!
Frotar el cabello con la toalla es el error principal y la causa más común de que se debilite y aparezca el encrespamiento, de acuerdo con Vogue y también con Natalia Guerrero, quien matiza que para secar el pelo al natural, “primero hay que quitar el exceso de agua envolviéndolo en una toalla, sin frotar".
La manera adecuada de usar la toalla es enrollándola a modo de turbante, pero haciendo esto:
Presiona la toalla contra la cabeza para que absorba el agua dando pequeños toques con las palmas de la mano.
Es mejor evitar esa manía que tenemos todos de frotar el pelo contra la toalla para eliminar el agua. Es un hábito que no solo enreda el cabello, sino que además lo rompe.
Tras un primer secado rápido, quitamos la toalla y desenredamos el pelo con suavidad .
Hacemos otro turbante con esa misma toalla, y con el cabello ya desenredado, lo dejamos aproximadamente unos 20 minutos.
Después de haber utilizado la toalla de algodón (no de microfibra) y en caso de que no puedas esperar tanto, puedes usar un par de toallitas de papel para absorber más cantidad de agua del cabello.
Ahora ya sí puedes dejarlo al aire para que se seque del todo.
Este proceso es lento y puede resultar tedioso. Si te lavas el pelo por la noche, quizás no te de tiempo a seguir todos los pasos, y si lo haces por la mañana,y tienes que salir corriendo de casa, pues tampoco. No pasa nada, hay solución.
En realidad, la técnica de secado ideal sería aquella que combina el secado al aire con el secador. Si, si, no te extrañes, en realidad no es malo secarse el pelo con secador. "Es cierto que puede hacer que el pelo pierda brillo y que se abran las puntas por daño externo; pero a la larga no provoca un daño negativo en el pelo porque cuando éste crece lo hace de raíz, crece sano. El secador tampoco es malo para la alopecia, si bien si se usa mucho, o se emplean las planchas a diario, se puede dañar la fibra capilar y que el pelo se rompa", explica el doctor Sergio Vañó, responsable de la Unidad de Tricología del Hospital Ramón y Cajal de Madrid y miembro de la Academia Española de Dermatología y Venerología (AEDV). Por eso debes respetar los pasos anteriores, y los tiempos.
Por eso, después de usar el método toalla-turbante para retirar el exceso de agua hay que "secarlo con el secador a temperatura media, ya que el aire muy caliente a la larga también debilita el pelo”, añade Guerrero.
La técnica mixta consiste, por tanto, en dejar que el cabello se seque al aire durante aproximadamente media hora o con la toalla-turbante hasta que esté seco en un 50 por ciento, y después, terminar de secarlo con el secador. Eso sí, a una distancia prudente del pelo (sin pegarlo a la cabeza), usando la velocidad mínima y sin acticar el modo calor.
Un último detalle a tener en cuenta. Por extraño que parezca, para recoger el cabello mojado algunos estilistas como Patrick Phelippeau, director de las firmas de peluquería Jean Louis David y Franck Provost, aconsejan usar una camiseta de algodón o una funda de almohada en vez de una toalla. Estos tejidos son más delicados con el cabello y causan menor fricción en los mechones húmedos, que es cuando están más débiles. Este truco, muy útil en cabellos rizados, recibe el nombre de 'Hair Plopping' y se hace así: coloca una camiseta de algodón sobre la cama, túmbate sobre ella extendiendo tu melena, y anunda las mangas de la camiseta sobre tu frente para envolver el cabello, dejála puesta durante 15 minutos.
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