Estilo de VidaLas personas que odian planchar no estaban tan equivocadas después de todo, esta costumbre puede causar daños irreparables al planeta.
Por Zazil Barragán
Cualquier persona que se encuentre al tanto de la situación del cambio climático, de la destrucción del medio ambiente y de la creciente contaminación causada por factores humanos sabe que es importante dejar de usar plásticos, reciclar, ahorrar agua y evitar en la mayor posible los alimentos de origen animal. Sin embargo, existe una actividad que causa daños irreparables al planeta y que muchas personas aún no consideran peligrosa, se trata del planchar la ropa, una costumbre que podría parecer inofensiva por lo común que es pero que en realidad podría hacer la diferencia a la hora de evitar el calentamiento global.
Pero, ¿por qué es tan dañino hacer esto a menudo? Las planchas tienen un impacto directo en la huella de carbono, contribuyen al aumento de la temperatura ambiental y se trata de uno de los electrodomésticos que más energía consumen de todo el hogar, con una potencia de entre 1,000 y 3,000 vatios, mientras que un refrigerador consume alrededor de 300 vatios. Debido a lo anterior, en países como Argentina ya existe un día destinado a la concientización de los efectos negativos de la plancha en la ecología, dando como resultado el movimiento 'No la planches', que motiva a las personas a que eviten en la mayor medida posible quitarle las arrugas a su ropa.
De acuerdo a la ONG Red Solidaria, dejar de planchar una camisa equivale a plantar siete árboles y a absorber el dióxido de carbono de siete automóviles, lo que puede darte una idea de los beneficios de comenzar a ir a la oficina con la ropa tal y como salió de lavadora. Además, el planchado masivo de prendas surgió a finales de la Primera Guerra Mundial con el objetivo de eliminar de la tela microorganismos causantes de enfermedades infecciosas y epidemias como tifus, fiebre de las trincheras y fiebre recurrente epidémica, tres patologías que hoy en día han sido erradicadas, lo que ha dejado la función de la plancha prácticamente obsoleta, excluyendo los fines estéticos.
En la actualidad, planchar resulta inútil a nivel sanitario, ya que al lavar las prendas con un buen detergente o con agua caliente es posible eliminar la mayor parte de los virus y bacterias que se quedan impregnados en la ropa. Además, si optas por colgar tus vestidos y camisas en ganchos al momento de que salen de la lavadora, es posible evitar los pliegues indeseados, haciendo de esta la opción más amigable con el medio ambiente.
Otra de las grandes alternativas para evitar presentarte a la oficina o a un evento importante con la ropa llena de arrugas es optar por el método de la regadera, el cual es uno de los más conocidos, efectivos y utilizados a lo largo de la historia, ya que permite aprovechar el vapor que se genera del agua con la que te bañas para dejar las prendas como nuevas. Solo tendrás que colgar la prenda que deseas alisar en el baño, muy cerca de la regadera pero asegurándote de que no se moje. Una vez que hayas terminado tu rutina de ducha, notarás que la mayoría de las arrugas se han ido.
Así que ya lo sabes, la próxima vez que tengas una montaña de ropa por planchar, lo mejor es que optes por alternativas para evitar utilizar uno de los electrodomésticos más contaminantes y dañinos que hay en tu hogar. Si los pliegues son mínimos y casi imperceptibles no vale la pena que contribuyas al aumento de huella de carbono. Con este pequeño cambio en tu día a día podrías aportar un granito de arena más para preservar el bienestar del planeta tierra y sus ecosistemas.
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