Los microchips son una parte muy importante de los productos tecnológicos. El desabastecimiento y el encarecimiento de las materias primas está teniendo graves consecuencias: los productos tardan meses en llegar y son más caros.
En este momento es prácticamente imposible adquirir una videoconsola de última generación como la Play Station 5 o la última XBox. De cara a las Navidades, quien no la haya solicitado hace meses “lo va a tener muy complicado", asegura Francisco Castillejas, de Tecnoconsolas, en Sevilla. Adquirir este producto puede llevar hasta tres meses de espera, mientras que comprar una lavadora alcanza los cuatro.
En el mismo sentido, explica que la hora de reparar portátiles, o cualquier material informático, hay que recurrir a segunda mano o incluso a la chatarra, porque el poco material que “hay en existencias se lo está llevando la industria automovilística", asegura Castillejas.
Los sectores tecnológico y automovilístico no son los únicos que están sufriendo las esperas ante la falta de los famosos chips. Ya ha llegado a los electrodomésticos: “Estamos sufriendo muchos atrasos en los pedidos de la mercancía”, explica Samira Bakur.
En su negocio de electrodomésticos en Málaga le crecen las quejas de los clientes a los que les hace falta algún producto que llevan tiempo esperando. A los que llegan por primera vez, ni siquiera pueden darles una fecha sobre cuándo tendrán lo que quieren.
Calculan pérdidas de entre el 30 y el 40 por ciento mientras logran esquivar los baches del día a día con lo que tienen en stock. “Ya no son los quince días que antes daba el fabricante, ahora ya no saben decir una fecha exacta”, cuenta Juan Manuel Heredia, gerente de otra tienda de electrodomésticos en Málaga. Sacan lo que pueden y esperan que pronto se solucione una crisis que afecta cada vez a más personas.
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