Muchas veces no somos conscientes de que le toca una limpieza a este electrodoméstico hasta que no vemos gotitas de grasa sobre la placa de cocina sin entender de dónde vienen. Solo tienes que alzar la vista a los filtros para conocer su origen y saber que ya hace falta limpiar la campana de cocina.
Además, el buen mantenimiento del extractor de humos es fundamental para su correcto funcionamiento. De no ser así no podrá aspirar y extraer la grasa que queda suspendida en el aire mientras cocinamos, el vapor, los humos y olores, quedándose en la cocina e incluso expandiéndose por el resto de la casa.
Ni que decir tiene que cuando tenemos una cocina americana o abierta, la limpieza debe hacerse con mayor frecuencia aún para que siga ayudándonos a mantener el aire limpio.
Dependiendo de si nuestra campana es de extracción o si es de recirculación, tendremos que hacer limpiezas diferentes al no contar con el mismo tipo de filtros.
Este tipo de campanas llevan al exterior los vapores, humos y olores gracias a un tubo que conecta la campana con la fachada más cercana de la casa.
A simple vista es difícil saber que la campana está sucia, por lo que es importante limpiarla regularmente sobre todo si cocinamos mucho en casa.
Por supuesto, debemos proceder a la limpieza cuando la campana esté fría y nunca después de no haberla usado durante mucho tiempo.
Estas mallas se pueden retirar fácilmente. Depende del modelo pero por lo general hay una pestaña y al presionarla el filtro sale solo.
Prepara un barreño donde entren los filtros por completo con agua caliente, bicarbonato y unas gotas de vinagre o zumo de limón o bien un poquito de quitagrasas. Deja los filtros a remojo unos 20 minutos para que la grasa de ablande. Si los filtros están muy sucios, es posible que el bicarbonato no sea suficiente, pero si se da el caso, una limpieza con amoníaco los dejará como nuevos.
Después, pásalos bajo el grifo con agua caliente y frótalos de nuevo con agua y jabón usando un estropajo o bien un cepillo.
Es muy importante que dejes escurrir muy bien los filtros una vez los hayas lavado para colocarlos al final de la limpieza pero siempre secos.
Algunos filtros son aptos para el lavavajillas pero aún así, te recomendamos que los dejes a remojo antes para que toda esa grasa acumulada no vaya al lavavajillas.
Evitaremos productos abrasivos y el uso de estropajos para no dañar la superficie y el acabado, sobre todo si es de acero inoxidable. Lo mejor es emplear un paño húmedo y limpio que mojaremos en una mezcla de agua con una pizca de bicarbonato.
Tras frotar el paño y retirar la suciedad, la grasa y las huellas de dedos, pasaremos papel de cocina para secar la superficie.
Las campanas de recirculación se instalan cuando no tenemos un tubo de salida de humos o bien si queremos situar la campana en un lugar donde no llega el tubo.
Estas campanas cuentan con filtros antigrasa y también filtros de carbón activo que limpian el aire y lo devuelven a la cocina.
La limpieza de los filtros antigrasa debe realizarse igual que con los filtros de las campanas de extracción. Quitarlos, tenerlos a remojo, lavarlos y dejar secar antes de recolocar.
En el caso de los filtros de carbón, los renovaremos cada 4 meses si damos mucho uso a la campana, pudiendo dilatar este tiempo a 6 meses si no cocinamos frecuentemente alimentos fritos, etc. De todos modos, en el manual de uso de la campana el fabricante recomienda siempre la frecuencia de cambio.
Para cambiar los filtros de carbón, en los modelos de recirculación primero hay que retirar la cubierta exterior de la campana para poder acceder a ellos. Por lo general, está atornillada, por lo que deberemos aflojar los tornillos y así retirarla.
Al moverla, podemos retirar los filtros de carbón tan solo con tirar de ellos. En el hueco dispuesto para ello, introduciremos el nuevo filtro.
Antes de recolocar la cubierta te recomendamos limpiarla con un paño húmedo, secarla y entonces volver a atornillarla.
Foto: Fairseller - Amazon
Las campanas que se pueden usar tanto de forma habitual como con recirculación del aire, el filtro de carbón activo se encuentra colocado en la cara interna de los filtros antigrasa. En estos casos es tan sencillo como sacar la malla, retirar el filtro usado, colocar uno limpio y cerrar de nuevo.
Antes de comprar cualquier filtro, asegúrate de que sus medidas son las adecuadas para tu campana.
Acceder al interior de una campana extractora para limpiarla es algo muy complicado, así que una forma de mantener el motor e incluso el tubo en mejor estado es usando este truco.
Toma una olla lo más grande posible y llénala con agua y vinagre. Conecta la campana extractora y deja que la mezcla hierva durante media hora. Los vapores ayudarán a que la grasa del interior y la suciedad salgan.
De este modo, mantendremos durante más tiempo nuestra campana en perfectas condiciones y se llevará sin complicaciones el humo, la grasa, los vapores y olores.
La frecuencia con la que debemos limpiar la campana de cocina es algo que depende del uso que le demos y también de qué es lo que cocinamos más habitualmente, pero lo recomendable es que tras el cocinado pasemos un paño para retirar la suciedad más superficial y que limpiemos los filtros al menos una vez a la semana.
Cuanto más lo hagamos, más rápida será la limpieza gracias a una acumulación de grasa menor.
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